La gran variedad de estilos de mole se debe principalmente a su ingrediente estralla: el chile.
Son decenas los tipos de mole que podemos encontrar a lo largo del territorio mexicano, pero ¿Cuál es su principal diferenciador?, ¿Qué los hace ser tan diferentes o tan similares?. La respuesta está en su ingrediente estrella: El chile. Este alimento mexicano aporta, además de sabor, mucho color a los moles.
El chile, como ingrediente principal del mole, es la causa de las tantas variantes que existen de éste.
El mole es, en esencia, una salsa que, a diferencia de la mayoría de las salsas usadas como condimento, se hace a base de chiles secos de diferentes tipos que varían de acuerdo a la región del país; es ésta la principal causa de las tantas variantes de mole que existen en el país ya que los tipos y propiedades de los chiles varía de acuerdo al clima, tipo de suelo, humedad, etc.
Los chiles secos no son cosechados como tal si no que más bien son producto de procesos de deshidratación a la que son sometidos distintos tipos de chiles frescos. Por ejemplo, el chile ancho se deriva de la deshidratación del chile conocido como chile poblano, o el chile chipotle que se obtiene al deshidratar al chile jalapeño.
Las propiedades de los chiles.
Los chiles secos, por su forma de producción, se convierten en una familia de chiles que comparten algunas propiedades como el color rojizo, la textura rugosa de su piel, y el tipo de picor que los hacen mucho mas versátiles que los chiles frescos. Un chile seco se puede usar para crear salsas condimento, salsas para conserva de alimentos, salsas para numerosos platillos, y además, conservan un alto valor nutritivo.
El chile contiene ácido ascórbico (vitamina C) que actúa como antioxidante.
Una de las principales propiedades de los chiles secos es la concentración de ácido ascórbico, un antioxidante benéfico para tratar problemas intestinales o enfermedades renales. Además contienen vitamina A, E, y B. Su componente activo, la capsaicina, es la causa de esa sensación de ardor en la boca cuando se consume y, si bien es cierto que el consumo en exceso puede causar padecimientos de gastritis, su consumo moderado ayuda también como antinflamatorio, contribuye a la buena circulación sanguínea y a la prevención de la formación de coágulos sanguíneos.
Por supuesto que todas estas propiedades se conservan al preparar los distintos tipos de mole, por lo que éste se convierte en un alimento de lo más nutritivo además de especial por su sabor e historia.
Nuestro mole.
Para la elaboración del mole de Antojos de la Abuela usamos cuatro tipos de chiles secos: el chile ancho, derivado del chile poblano, el chile mulato, variante del chile ancho, el chile pasilla, derivado del chile conocido como chilaca y el chile mora grande, derivado del chile jalapeño, éste último es el encargado de agregar esa pequeña dosis de picor a nuestro mole rojo. Todos ellos poseen un color rojo obscuro, casi negro, y son de los de mayor tamaño entre los distintos tipos de chiles secos.
Los chiles aportan al mole color, sabor y propiedades nutrimentales.
Si lo pensamos bien, es casi obvio que uno de los alimentos más típicos de México como lo es el chile, sea el ingrediente principal de uno de los alimentos más representativos de la gastronomía Mexicana, el mole. Lo que no es obvio y muchas veces no consideramos es el valor nutrimental que aportan.
No te quedes con las ganas de probar el mole de Antojos de la Abuela, estamos seguros que te va a encantar.
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